Llegar a Dos Pilas fué casi tan emocionante como conocer la ciudad. Para llegar, caminamos 14 Km cuesta arriba en medio de una selva densa, húmeda, y con mucho calor. Iván y Rolando optaron por subir a caballo, pero yo quise subit a pie. El esfuerzo valió la pena. Al llegar a Dos Pilas, quedamos maravillados con la calidad de las estelas y monumentos escritos. En particular, pudimos conocer (y leer) la gran escalera jeroglífica, que relata las andanzas del Gobernante I. Dos Pilas fué una ciudad con gran poder cuyos primeros reyes escaparon de Tikal. Interesantemente, tenía el mismo símbolo que Tikal y tiene una historia muy rica y documentada que tuvimos la oportunidad de leer antes de ir.
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